1.Sobre todo, es igualmente necesario un apoyo sincero y comprometido por parte de la población, la cual ha optado por crear su propio futuro y sus propios procesos de reconciliación.
2.Las naciones y las instituciones que proporcionan asistencia deben actuar con rapidez para transformar en realidad la retórica de las Declaraciones de París y de Roma; deben prestar un respaldo preciso y decidido a la titularidad plena de las naciones receptoras tanto del proceso como de las prioridades del progreso socioeconómico.