En el aula hay pupitres o mesas, y las sillas, la más grande es la mesa del profesor o maestro.

教室里有课桌和椅子，最大桌子是老师用。

En la universidad, no había pupitres para ella.

大学里，没有她课桌。

Han pasado 3 décadas desde que aquel joven príncipe fue su compañero de pupitre.

三年过去了，那个年轻王子是她同学。

Ana lanzó un largo suspiro de felicidad al tiempo que sacaba punta al lápiz y arreglaba las ilustraciones sobre su pupitre.

安娜幸福地长长地叹了口气，削尖了铅笔，把插桌上。

Ruby Gillis y Emma White, que riñeran por la precedencia en los asientos de la plataforma, ya no se sentaron en el mismo pupitre y la amistad de tres años se quebró.

曾因台座位争比·吉利斯和艾玛·怀特不再坐同一张桌子上，三年友谊也随之破裂。

La escuela de Avonlea era un blanco edificio de aleros bajos y anchas ventanas amueblado con cómodos y antiguos pupitres que llevaban esculpidos en las tapas las iniciales y jeroglíficos de escolares de tres generaciones.

埃文利学校是一座白色建筑，低矮屋檐和宽大窗户，配有舒适古董课桌，课桌盖子上刻着三代学生名字首字母和象形文字。

Me moría por saber cómo terminaba, aunque estaba segura de que Ben Hur ganaría, porque no habría justicia poética si no; de manera que abrí el libro de historia sobre el pupitre y coloqué Ben Hur debajo, sobre mis rodillas.

我很想知道结局如何，尽管我确信宾虚会赢，因为如果没有，就不会有诗意正义；于是我打开桌上历史书，把宾虚放书下面，放我膝盖上。

Era tan agradable estar otra vez en el pequeño pupitre junto a Diana, con Ruby Gillis saludando con la cabeza desde el otro lado del pasillo, Carne Sloane mandando notas y Julia Bell enviando goma de mascar desde el pupitre trasero.

再次坐戴安娜旁边小桌子旁真是太好了，比·吉利斯大厅对面点头，卡恩·斯隆发送便条，朱莉娅·贝尔从后台发送口香糖。

Está tan encorvada sobre el pupitre que sus cabellos tocan las páginas.

Cambiábamos el pupitre de sitio —contestó Cirilo.

Tú en clase de matemáticas puedes estar sentada en tu pupitre y que nadie te mire.

Este curso, sin embargo, con los pupitres vacíos tienen que echar el cierre.

Agnan, muy contento, fue a sentarse al pupitre de la maestra y el Caldo se marchó.

Son los primeros en volver a unos pupitres que año a año están más vacíos por la caída de la natalidad.

Ahora se sientan delante de hermosos pupitres inclinados provistos de bancos con respaldos, y en cada banco hay solo dos alumnas.

¡No hablemos más de ese pupitre! —gritó el inspector, que tenía pinta de estar muy nervioso—. Y, además, ¿por qué cambiaban ese pupitre de sitio?

¡Ahí viene el inspector! —Y Agnan tuvo tanto miedo, que tiró la tinta por todo el pupitre. Era una bola, el inspector no venía, y la maestra se enfadó mucho.

Libros y cuadernos duermen en los cerrados pupitres y se trata tan solo de ver quién se levanta más temprano para correr enseguida a la escuela convertida en taller de florista.