1.Por ello, en muchos Estados, si no se comete un delito para obtener la información personal, simplemente copiarla o engañar a otros para que la revelen puede no ser delito.
2.Un ejemplo común es la utilización y venta por los terroristas de tarjetas de crédito fraudulentas o robadas, las cuales también se envían a los delincuentes convencionales para que las utilicen en diversos tipos de transacciones financieras fraudulentas.
3.Habida cuenta de que los grupos delictivos organizados y las organizaciones terroristas recurren a operaciones financieras ilegales para transferir fondos y adquirirlos de modo fraudulento, la lucha contra ese tipo de delitos va asimilándose cada vez más a la reducción efectiva de las actuales amenazas a la seguridad mundial.