A pesar del colapso del sistema de mando de la flota, durante la evacuación el Alto Mando siguió funcionando, pero la densidad de la formación inicial hacía imposible evitar las colisiones entre naves.
Una contiene un cuerpo principal de 6000 soldados, donde cada uno pesa varios cientos de kilos, una segunda fosa cuenta con más de 130 carros de guerra y más de 600 caballos, y la tercera alberga a los altos mandos.
Yo me he arrimado a buen señor, y ha muchos meses que ando en su compañía, y he de ser otro como él, Dios queriendo; y viva él y viva yo: que ni a él le faltarán imperios que mandar ni a mí ínsulas que gobernar.