3.El componente de financiación de la respuesta rápida aportará liquidez financiera, en un plazo máximo de tres o cuatro días, a las organizaciones humanitarias aptas para que realicen operaciones de subsistencia.
4.Todos los negocios, ya se trate de fabricantes o de distribuidores, empresas de servicios o minoristas, necesitan capital de explotación para poder funcionar, crecer y competir con éxito en el mercado.
5.A nivel operacional, la Unión Europea está decidida a mejorar el carácter previsible de la financiación humanitaria, así como la capacidad y los fondos permanentes, entre otras cosas, a través de la modernización del Fondo Rotatorio Central de Emergencias.
6.La política de liquidez del UNICEF establecida por la Junta estipula que el saldo de caja mínimo de recursos ordinarios en monedas convertibles al cierre del ejercicio sea equivalente al 10% de los ingresos proyectados en concepto de recursos ordinarios para el año siguiente.
7.Para atender a esa necesidad de liquidez, en la política de liquidez del UNICEF se recomienda que el saldo de caja mínimo de recursos ordinarios en monedas convertibles al cierre del ejercicio equivalga al 10% de los ingresos proyectados en concepto de recursos ordinarios para el año siguiente.
8.En los estudios realizados por organizaciones como el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (el Banco Mundial), el Fondo Monetario Internacional, el Banco Asiático de Desarrollo y el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD) ha quedado bien demostrado que una de las vías más eficaces para facilitar capital de explotación a las empresas comerciales es la del crédito garantizado.
9.La delegación de Bahrein espera que los donantes no se nieguen a ayudar al OOPS y que, por el contrario, hagan lo necesario para que el Organismo pueda conseguir capital operacional y absorber el déficit de su cuenta de proyectos y el déficit estructural que ha reducido su capacidad para responder a las demandas resultantes del crecimiento natural de la población de refugiados.
10.Habida cuenta de los trastornos periódicos con que se enfrentan los países en desarrollo y sus escasas posibilidades de maniobra para la adopción de políticas macroeconómicas anticíclicas, la vigilancia y el apoyo financiero del FMI y los bancos multilaterales de desarrollo pueden ayudar a facilitar la aplicación adecuada de tales políticas, incluidos mecanismos apropiados para reserva de liquidez que permitan compensar la inestabilidad de los ingresos por concepto de exportaciones, en particular la provocada por las fluctuaciones en los precios de los productos básicos, la irregularidad de las corrientes de capital y los desastres naturales.